"... abajo, arriba, que a mi novia le he visto la liga". Así continúa la famosísima "Jota del Quesique", que provoca algo de rubor en muchas personas mayores, aunque a las jóvenes nos parece hasta inocente y candoroso.
Lo que no es candoroso pero es difícil de manejar es cuando en personas con deterioro se dan temas de desinihibición sexual: intentan tocarnos un pecho al personal, nos dicen algún comentario con contenido sexual... Y algunos pueden ser jocosos, como éstos, de un residente muy simpático, pero un poco "verde":
- "Oye, guapa, que todos los días me ves las vergüenzas y yo a ti no te veo sin ropa".
- "Lo mejor de la residencia, la minifalda de la psicóloga".
- "Yo estoy mal, pero tú estás muuuuy bien".
O también el diálogo entre una compañera y el mismo residente, mucho más embaucador y menos directo que el anterior:
Pozo: Niña, ¿tú tienes hijos?
Compi: Sí
Pozo: ¿De qué edades?
Compi: el mayor tiene 16 y el pequeño 14.
Pozo: Oye, y ¿podría ver yo por dónde has tenido a tus hijos?
Este es un momento de "tápate la cara con la carpeta para que no te vea reír". Pero mucho más duro aún es ver a residentes que se están quitando la ropa constantemente, que se desnudan, o que intentan quitársela a otros. Lo que se recomienda es no reprenderles, no saben lo que hacen, y retirarles para que no les vea todo el mundo desnudarse. Lo hacen por pura agitación psicomotriz, por angustia, nerviosismo, no por cuestiones exhibicionistas.
Y ahora... sólo hay que pensar que es algo natural en las personas con trastornos de conducta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario