lunes, 31 de agosto de 2015

Off-Topic: Accidentes escolares en Berlín.

Buenas tardes a todos. Llega la vuelta al cole y hoy leí una noticia que no toca al tema de los mayores sino a la Psicomotricidad. Resulta que cada vez hay más accidentes en las escuelas en Berlín y empiezan a buscarle la causa de ese incremento.

Cada día de escuela en 2014 hubo de media 230 caídas y sus lesiones tratadas en consulta médica. Los que más se lesionan son los de la escuela primaria (Grundschule). Pero este número crece cada vez más, llegando a 44.900 el número de accidentes escolares, según la aseguradora de accidentes de Berlin (Unfallkasse). De entre ellos un 80% son caídas y lesiones típicas que con una visita al médico se puede tratar, como son esguinces, rozaduras, heridas, contusiones o torceduras de tobillo o muñeca. La Unfallkasse determina que estos accidentes son debidos a que cada vez están las escuelas más masificadas, sobre todo en la primaria.

En las horas en que más accidentes hay es en el recreo y las pausas. Los niños se mueven en esas franjas y tienen, como es lógico, más accidentes. No porque jueguen un poco “bruto”, sino porque suceden las lesiones en situaciones en que no deberían ocurrir: por ejemplo, que quieren coger el balón y al hacerlo se lesionan un dedo. Según la Unfallkasse esto tiene que ver con que los niños cada vez se mueven menos, hacen menos ejercicio y es una tendencia cada vez mayor en esta sociedad. Ya los niños se quedan más tiempo en casa por las tardes y van menos al parque a jugar, hacen menos deporte, tienen cada vez menos actividad psicomotriz y por ello les faltan experiencias importantes para su desarrollo como el movimiento y el cuerpo en acción. Si no corren, no saltan, no se cuelgan de un columpio, etc., a pesar de que la oferta de estas instalaciones para niños es elevada, tendrán peor desarrollo psicomotor que quien practica deporte, baila o va a la piscina a nadar. También tiene que ver con que las clases no son del agrado de los niños, no porque el profesor no se implique, sino porque hoy a muchos niños es difícil motivarles a que tengan un rendimiento en la escuela y la cultura del esfuerzo se está perdiendo. Si los niños vienen cansados de dar clase directos al recreo, el estado de ánimo hace que se peleen más, que discutan o que alguno pegue a otro.

¿Deben preocuparse más los padres? Sí, sobre todo qué pueden hacer en la familia para estructurar y organizar el tiempo libre, que no sólo sea sentarse frente a la televisión o al PC. Necesitan más actividad psicomotriz, aprender a correr rápido o más despacio, divertirse con las actividades deportivas y participar en un equipo, comprometerse con hábitos de vida saludables, desarrollar contenidos como coordinación, equilibrio, control postural, control respiratorio, propiocepción, orientación espacial… Y el niño que es poco deportista siempre puede pasear, ir en bicicleta, pintar y dibujar en casa, aprender música… Y que tampoco se les lleve en coche a todas partes, ya que luego son más mayores y no saben utilizar el transporte público, se pierden en el metro (U-Bahn) y tienen problemas de orientación topográfica. Por no hablar de la inseguridad que tienen porque creen no saber moverse en una ciudad. Y en ciudad grande esto es un prerrequisito.

Esto no sólo debe quedar para la escuela, sino que en casa y en el tiempo libre es algo que se puede hacer. Y no es tema de que falten recursos económicos, ya que en Berlín los hijos de padres desempleados que cobran prestación ALG-II pueden tramitar el “Berliner Pass” que hace un 60% de descuento en el transporte y tienen los niños derecho a que ciertas actividades lúdicas y deportivas en su barrio sean gratuitas o que se pague de cuota simbólica 1 euro al año. Otra cosa es la voluntad de los padres.

Como conclusión quisiera decir que los niños tienen que moverse más, que luego de adultos decidan, que elijan las actividades que más les guste, pero que la implicación de los padres debe ser efectiva y no tener al niño todo el día sentado en casa sin hacer nada, aunque usar los videojuegos de forma racional también tiene consecuencias positivas para la concentración, pero… con mesura. Y que a los padres les tiene que importar tanto el desarrollo psicomotor como el intelectual y escolar, y también el social y emocional, que en una sociedad orientada al rendimiento como la alemana ahora se están dando cuenta de que hay más temas en el desarrollo de la persona que las notas de la primaria.

¡Buenas tardes!


domingo, 30 de agosto de 2015

Gracias por todo, Dr. Sacks


Buenas tardes. Hoy nos ha dejado Oliver Sacks, el famoso neurólogo británico, Pozo de Sabiduría afincado en EEUU que nos mostró el funcionamiento cerebral patológico de mano de sus pacientes y de sus espectaculares casos. Me impactó leer su libro “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, referencia a finales de los ´90 para muchos aspirantes a neuropsicólogo/a que soñábamos con poder resolver este tipo de casos, así como los de síndrome de miembro fantasma de Ramachandran.


Sacks nació en Londres 1933 y era hijo de dos médicos judíos. Creció con sus tres hermanos mayores, que también llegaron a ser médicos, y más tarde se licenció en Fisiología, Biología y Medicina. El inicio de su carrera lo desarrolló en el hospital Middlesex en Londres, donde se acercó definitivamente a la neurología. En 1960 se fue de Gran Bretaña a Canadá y de ahí a EEUU, donde de California se mudó a Nueva York. Allí abrió una consulta de neurología y trabajó durante años en el Einstein College del Bronx. Después trabajó en la Universidad de Columbia, donde tuvo su cátedra además de su consulta, por la que pasaron pacientes que protagonizaron sus libros.

En los años ’70 empezó Sacks a escribir libros de divulgación mostrando personas con trastornos neurológicos, “historias de supervivencia” como él las llamaba, con el propósito de ayudar a otras personas que tenían ese trastorno. Uno de sus libros, “Despertares”, en que se trataba la Enfermedad de Parkinson y otras enfermedades degenerativas subcorticales, fue llevado la gran pantalla por los actores Robin Williams y Robert De Niro en 1990. Su gran éxito fue “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” (1985), donde la narración de 24 casos clínicos, entre ellos la agnosia visual asociativa que da título al libro, hizo ver al lector cómo viven las personas con esos trastornos. Otros títulos de Sacks son “Un antropólogo en Marte”, “Migraña”  y está previsto que salga su autobiografía “On the Move”.



Sacks, junto con Damasio, es uno de los pioneros en la divulgación de la Neurología clínica y de las Neurociencias, y los profesionales del ámbito de las neurociencias somos grandes admiradores de su obra por el rigor, la sencillez y la explicación narrativa de casos clínicos que antes quedaban en la consulta, pero sobre todo por mostrar la vivencia del trastorno por parte del paciente: no sólo hay que describir, sino poner de manifiesto el sufrimiento, las dudas, la confusión y la incertidumbre de quien padece un trastorno neurológico y le “pasan cosas” que si las contaran a otras personas les podrían tomar por “locos”.

Todos sabíamos que su estado de salud era grave, pero antes escribió el Dr. Sacks sobre la muerte, que no era un concepto abstracto, sino un objeto cercano que no debe negarse, siendo muy valiente de afrontar su enfermedad y explicar ese desenlace.

Agradezco profundamente al Dr. Sacks que esos casos trascendieran el laboratorio o la consulta y llegaran a lectores de todo el mundo y de toda procedencia profesional: la ciencia salió a la calle y los no-científicos pudieron disfrutar de ella en forma de libros que se convirtieron en grandes éxitos de ventas. Hoy nos queda su obra, su trayectoria profesional y su resiliencia.





martes, 25 de agosto de 2015

Los mayores en Berlín: el piso compartido para personas en situación de dependencia.

Buenos días a todos!

Cada vez más berlineses alcanzan edades avanzadas y por ello crece también la proporción de los que padecen alguna demencia o están en situación de dependencia. En los últimos años un nuevo recurso ha tomado cada vez más popularidad: los pisos compartidos para personas dependientes o “Pflege-WG”. Pflege es atención o cuidados, o también enfermería, y WG viene de Wohngemeinschaft o vivienda en comunidad. En resumen, un piso compartido como los de estudiantes pero con atención sanitaria y de cuidados personales, con enfermeros y auxiliares.

Ante la duda de si llevar al papá o mamá mayor a una residencia o no porque ya no puede vivir solo/a en casa y las visitas diarias de la atención domiciliaria, se propone cada vez más este equipamiento. Sobre todo en casos en que el mayor se niega a ir a una residencia, o bien la familia desea una atención más individualizada. Por ello hay WGs en las que vive un grupo de pacientes con demencia, no muy avanzada, pero que en un entorno pequeño y protegido, así como con permanente atención pueden funcionar con una autonomía personal básica.

Una WG prototípica puede constar de unos 6 pacientes más el personal que trabaja a tres turnos, ya que por ley “de autodeterminación y participación en pisos compartidos con atención permanente” el intervalo es entre 3 y 12. No está masificado y la atención es personalizada, porque en Alemania según los modelos teóricos de atención y enfermería (Pflegemodell), más todas las ventajas estructurales como son la falta de barreras arquitectónicas, que las habitaciones se pueden personalizar y que el aspecto de la vivienda que ve el residente es de una casa normal, no de un centro sanitario tipo hospital, que eso sí que no les gusta. Por ello es un nuevo concepto cada vez más popular, sin embargo los costes se calculan diferente a las residencias de mayores. Se hacen dos contratos: el de alquiler y el de atención y cuidados, que deben estar estrictamente separados, para cumplir con la idea principal que dio lugar a este concepto, que es el de buscar nueva casa y atención sanitaria al mismo tiempo.

En la práctica cotidiana son o bien las inmobiliarias o los servicios de atención sanitaria y de enfermería (Pflegedienst) los que iniciaron esta idea, pero para encontrar casas de 200 metros cuadrados sin barreras arquitectónicas hay que recorrerse la ciudad entera y en su caso adaptarlas. Deben tener pasillos anchos y diáfanos, dos baños adaptados, para hombres y mujeres, una sala común a modo de salón, una cocina abierta libre de riesgos y pequeñas habitaciones individuales con camas articuladas y un armario. El resto de los muebles los traen los propios pacientes/residentes: se les da confianza y mantienen también la individualidad y autonomía que cada caso requiera. En las Pflege-WG no recibe cada paciente su comida individual pero se favorece que ellos puedan organizar un menú, y que cada uno según disponibilidad y competencias también pueda ayudar en la cocina o en otras tareas domésticas. Así tienen una vida activa dentro de su nueva casa.

Esto requiere esfuerzo y tiempo

Los familiares deben colaborar en la organización y en algunas WG deciden qué candidatos se aceptan, así como normas básicas de convivencia: si se permite o no fumar, o si la familia tiene copia de la llave. Así, si los familiares descubren que pueden tener un servicio casi personalizado de atención para sus padres, o los inversores ven que no tiene tantos costes como un centro residencial (stationäre Pflegeeinrichtung), y que hay WG con personal que habla turco, rumano o español, desde 2010 ha crecido notablemente la demanda y oferta de estas equipaciones, concretamente 180 WG nuevas.

Hoy en día hay en Berlín 560 WG con más de 4000 plazas, la mitad de ellas para pacientes con demencia, que pueden ser sólo de hombres, sólo de mujeres o mixtas. La atención más individualizada consigue que la ratio personal-paciente sea menor que en un centro residencial y que, a modo de ejemplo, a las 7 no se les saque de la cama a todos como si estuvieran en la "mili". Se crea también una estructura doméstica cotidiana, sin horarios de visita tan rígidos como en otros centros, ya que los residentes de la WG son los inquilinos y pueden recibir visitas cuando quieran, como si fuera su propia casa, o la familia puede colaborar en la organización de actividades para su residente o para el grupo. Para ello se requiere personal cualificado, ya que en estos centros la cuota de enfermeros y de personal de actividades (Betreuungskraft), tipo animador sociocultural, no es muy alta. Las desventajas son, por tanto, que puede haber pequeñas faltas en la atención, como reacción a situaciones de emergencia de forma adecuada, ya que no siempre se cumplen los estándares de personal en estos equipamientos debido a la falta general de personal cualificado en el entorno sociosanitario (se llama Pflegefachkräftemangel): la legislación dice que tiene que haber una persona de presencia pero no habla de la cualificación.

Otra desventaja son los costes de tiempo y dinero. Los residentes deben organizar en la medida de lo posible las tareas domésticas y la ocupación del tiempo libre, así como ocuparse de cuestiones como llamar al servicio de reparación si la lavadora no funciona, o quién se ocupa de qué. También el precio es mayor que el de la estancia en un centro residencial: una residencia tiene una cuota mensual de 3000-3500 euros y una WG de unos 3700 dependiendo de la superficie y la localización de la WG. Como sucede con las residencias se les paga la atención pero los residentes cubren los costes de vivienda, alquiler, agua, gas, luz.

Hay WGs para mayores homosexuales

Es la primera generación de mayores homosexuales que viven abiertamente su orientación sexual. Muchos mayores homosexuales tienen su pareja estable desde hace tiempo, de cuando la homosexualidad estaba muy mal vista o incluso prohibida. Afortunadamente hoy no tanto, pero a muchos de ellos les toca afrontar atisbos de homofobia en los centros residenciales: la mentalidad es diferente a la de la gente joven y hay mucha desinformación y muy pocas ganas de querer informarse. Por ello hay una WG para mayores homo en Berlin, y unas pocas más por todo el país.

Muchos mayores homosexuales se retiran de la vida social del centro cuando ingresan en una residencia, se quedan en la habitación todo el día, no salen, se sienten no deseados o no saben cómo otros residentes van a reaccionar cuando hablen abiertamente de su orientación sexual. La misma historia de siempre: no tienen contacto, se sienten solos, se deprimen, no les quedan motivos para vivir y mueren. En la WG “Variedad del lugar de vida” (Lebensort Vielfalt) cada uno tiene la libertad de comportarse como es y se les llama por el nombre de pila y se les tutea, no muy habitual entre mayores o en el trabajo, ya que en Alemania se llama a la gente Herr (Señor) o Frau (Señora) con el apellido y de usted. Por eso en estas WG se promueve la identidad personal, el vivir la homosexualidad con dignidad, a pesar de que se sea dependiente.

La conclusión

No sé si estos pisos compartidos funcionarían en España en una gran ciudad, sobre todo porque la cultura y mentalidad es diferente: no somos muy dados a compartir piso, preferimos vivir solos en casa con una persona interna hasta que ya necesitemos un centro residencial, y ahí también si el centro lo permite, se puede hacer vida bastante autónoma en entorno protegido. Lo único que importa es que la dignidad del residente/paciente se respete y se le favorezca.



jueves, 20 de agosto de 2015

En Alemania puede obligar el estado a que un ciudadano se prejubile

Buenos días a todos. Mientras surjan aquí in Germany políticas aparentemente contradictorias de querer retrasar la edad de jubilación pero poder a la vez jubilarse con 63 años cuando se han cotizado 45, ayer toda la prensa se hizo eco de la siguiente noticia: un ciudadano de Duisburgo de 63 años está obligado a aceptar una jubilación anticipada al ser desempleado perceptor de subsidio de desempleo (ALG-II o Hartz-IV) y no tener perspectivas de reinserción laboral. El ciudadano recurrió la sentencia y el juez falló en su contra. O sea, que ya se ha creado un precedente para que se tome este procedimiento.

Vamos a dar una pequeña clase de Derecho social y laboral alemán, que se me noten los cursos que he hecho.

Cuando una persona está desempleada menos de 6 meses y ha cotizado previamente mínimo 1 año recibe la prestación ALG-I, en que recibe constantemente ayuda y ofertas de empleo y formación por parte de la Agencia de Empleo (Agentur für Arbeit), ya que entra dentro del Libro Tercero de Derecho Social (SGB III) que se llama “promoción y facilitación laboral”. O sea, el estado se mueve para que la persona vuelva cuanto antes al mercado laboral. Está, digamos, obligado. Si pasa ese tiempo o la cotización es menor de 1 año, se recibe el subsidio de desempleo o ALG-II también llamado Hartz IV, que pertenece al Libro Segundo (SGB II) cuya misión es regular el que las necesidades básicas de la persona queden cubiertas, pero es la persona la que debe salir por sí sola de la situación de desempleo al tener todo cubierto, y por ello aceptar cualquier propuesta del estado. En este caso el organismo responsable se llama Jobcenter, y cada uno de ellos tiene funcionamiento casi autónomo.

El Jobcenter tiene un catálogo de servicios, entre ellos la ayuda a buscar empleo, pero puede obligar al desempleado perceptor de ALG-II a que acepte un trabajo aparentemente lejos de su casa, de menor cualificación, un curso preparatorio, unas prácticas, una prueba de trabajo con posible incorporación en la empresa… hasta la prejubilación. Tiene que demostrar el ciudadano mediante sesiones de asesoría cada mes y medio que está activo buscando empleo: traer los Curriculum para corregirlos, traer una lista de las empresas a las que se han enviado, o bien traer los resultados de las entrevistas de trabajo realizadas. El Jobcenter también tiene su catálogo de ofertas y cubre los gastos de envío de los Curriculum Vitae a las empresas, costes de papelería, billetes de tren para ir a entrevistas de trabajo, incluso ropa adecuada si la persona lo necesita, lo que entra dentro del “presupuesto de colocación” o Vermittlungsbudget. Pero no se debe pasar uno mucho pidiendo que se le paguen cosas porque hay un concepto jurídico llamado Ermessen que se refiere a la moderación en la solicitud de provisión de recursos.

Ahora puedo incluir todos esos términos en el texto sin que nadie se me pierda al leerlo.

Entonces ayer el Juzgado de lo Social de Kassel falló que el ciudadano de Duisburg, que ya recurría esa sentencia de prejubilación obligada, tiene que aceptar que como tiene ya 63 puede y debe prejubilarse, ya que lleva tiempo sin cotizar y percibiendo subsidio y las perspectivas laborales que tiene son casi nulas en el mercado laboral. Y como por ley desde el 1 de Julio de 2014 se puede uno prejubila con 63, hemos apañado bien la situación.

Ahora bien, al ser prejubilado significa que va a cobrar menos y que se supone que “no puede trabajar”, que es donde entra el concepto de Erwerbsfähigkeit. Segunda lección de derecho laboral alemán. Esa palabra significa que la persona puede y tiene capacidad de trabajar, ya sea como asalariado o como autónomo, según competencias y capacidades personales. Si la persona puede trabajar más de 6 horas y hasta 8, se dice que es “erwerbsfähig” a tiempo completo, o sea, que tiene la capacidad de resistir jornadas laborales a tiempo completo, de 31 a 40 horas semanales. Si puede trabajar sólo entre 6 y 3 horas diarias, su Erwerbsfähigkeit es a media jornada o tiempo parcial, pero si sólo puede trabajar menos de 3 horas diarias en el mercado laboral ordinario, pero sí en talleres ocupacionales para personas con discapacidad, se dice que la persona no es “erwerbsfähig” y la legislación de estos casos entra en el Libro Decimosegundo de Derecho Social (SGB XII). Pero en el caso del ciudadano de Duisburg, ¿podía realmente trabajar? ¿Se ha valorado el caso adecuadamente? ¿La persona estaba activa buscando empleo y presentaba su trabajo en cada cita con el asesor? Para evitar esas preguntas hay que escribirlo todo y no sólo eso, sino saber orientar adecuadamente a las personas desempleadas, ya que es muy fácil desanimarse y perder la motivación.

Otro concepto que entra es la Zumutbarkeit, la “razonabilidad”, que en el caso de personas con una edad y un supuesto historial médico, hay empleos que no pueden desempeñar porque sus condiciones psicofísicas no lo permiten, o que por situación familiar (por ejemplo, tres hijos al cargo o cuidado de familiares en situación de dependencia) no puede aceptar ciertas condiciones laborales como trabajo a turnos, trabajo nocturno, disponibilidad permanente, etc. Depende de cómo sea el listón de Zumutbarkeit del asesor, habrá más o menos conflicto cuando el desempleado rechace ciertas ofertas de empleo, ya que es un criterio bastante subjetivo. Y a veces es zumutbar el que se prejubile forzosamente a una persona con este perfil del caso que se trata.

¿Qué supone que a uno le obliguen a prejubilarse? Que percibe menos dinero. Está claro. Si se jubila con 65 la renta mínima es de aproximadamente 924 euros, que según cada Bundesland (estado federal) puede variar. Pero si se prejubila con 63 tiene una deducción de aproximadamente 77 euros, ya que por cada mes natural anterior a la jubilación se deduce un 0,3%. Sin embargo hay excepciones según casos difíciles en que tienen derecho a que no se le deduzca y, si entra dentro de las condiciones de “Ermessen”, que se le cubran otras prestaciones sociales recogidas en el Libro XII.

¿Qué supone a largo plazo prejubilar forzosamente a los desempleados de larga duración mayores de 63 años? Primero, que el estado se ahorra costes porque tiene que pagar menos entre esa edad y los 67, que es la edad oficial de jubilación. Y segundo, que esos desempleados prejubilados no contarían para las estadísticas de desempleo, por tanto “bajaría el paro” gracias a los cambios demográficos. Y la Agentur für Arbeit se colocaría la medalla en la pechera como un general prusiano cualquiera y diría “oye qué buenos somos”. Claro, derivando a todos los de ese grupo de edad a la jubilación y tomar una actitud servil ante empresas que no quieren contratar mayores de 60 o incluso mayores de 55.

Así que mientras unos quieren prejubilarse porque por sus enfermedades crónicas no pueden trabajar en el mercado laboral ordinario, habiendo probado en diferentes proyectos de reinserción laboral, otros son forzados a hacerlo porque no se van a integrar “tan mayores que son ya y tanto tiempo que llevan fuera del mercado laboral”. Yo me pregunto ante estos casos si ha habido praxis deficiente por parte de las instituciones, por complejo que sea la reorientación laboral de desempleados de larga duración, perceptores eternos de subsidio, con el cual pueden vivir austera pero cómodamente mientras no le deduzcan de su cuenta por no estar activo en la búsqueda de empleo.

Que esto sirva de reflexión. Un saludo a todos!