jueves, 20 de agosto de 2015

En Alemania puede obligar el estado a que un ciudadano se prejubile

Buenos días a todos. Mientras surjan aquí in Germany políticas aparentemente contradictorias de querer retrasar la edad de jubilación pero poder a la vez jubilarse con 63 años cuando se han cotizado 45, ayer toda la prensa se hizo eco de la siguiente noticia: un ciudadano de Duisburgo de 63 años está obligado a aceptar una jubilación anticipada al ser desempleado perceptor de subsidio de desempleo (ALG-II o Hartz-IV) y no tener perspectivas de reinserción laboral. El ciudadano recurrió la sentencia y el juez falló en su contra. O sea, que ya se ha creado un precedente para que se tome este procedimiento.

Vamos a dar una pequeña clase de Derecho social y laboral alemán, que se me noten los cursos que he hecho.

Cuando una persona está desempleada menos de 6 meses y ha cotizado previamente mínimo 1 año recibe la prestación ALG-I, en que recibe constantemente ayuda y ofertas de empleo y formación por parte de la Agencia de Empleo (Agentur für Arbeit), ya que entra dentro del Libro Tercero de Derecho Social (SGB III) que se llama “promoción y facilitación laboral”. O sea, el estado se mueve para que la persona vuelva cuanto antes al mercado laboral. Está, digamos, obligado. Si pasa ese tiempo o la cotización es menor de 1 año, se recibe el subsidio de desempleo o ALG-II también llamado Hartz IV, que pertenece al Libro Segundo (SGB II) cuya misión es regular el que las necesidades básicas de la persona queden cubiertas, pero es la persona la que debe salir por sí sola de la situación de desempleo al tener todo cubierto, y por ello aceptar cualquier propuesta del estado. En este caso el organismo responsable se llama Jobcenter, y cada uno de ellos tiene funcionamiento casi autónomo.

El Jobcenter tiene un catálogo de servicios, entre ellos la ayuda a buscar empleo, pero puede obligar al desempleado perceptor de ALG-II a que acepte un trabajo aparentemente lejos de su casa, de menor cualificación, un curso preparatorio, unas prácticas, una prueba de trabajo con posible incorporación en la empresa… hasta la prejubilación. Tiene que demostrar el ciudadano mediante sesiones de asesoría cada mes y medio que está activo buscando empleo: traer los Curriculum para corregirlos, traer una lista de las empresas a las que se han enviado, o bien traer los resultados de las entrevistas de trabajo realizadas. El Jobcenter también tiene su catálogo de ofertas y cubre los gastos de envío de los Curriculum Vitae a las empresas, costes de papelería, billetes de tren para ir a entrevistas de trabajo, incluso ropa adecuada si la persona lo necesita, lo que entra dentro del “presupuesto de colocación” o Vermittlungsbudget. Pero no se debe pasar uno mucho pidiendo que se le paguen cosas porque hay un concepto jurídico llamado Ermessen que se refiere a la moderación en la solicitud de provisión de recursos.

Ahora puedo incluir todos esos términos en el texto sin que nadie se me pierda al leerlo.

Entonces ayer el Juzgado de lo Social de Kassel falló que el ciudadano de Duisburg, que ya recurría esa sentencia de prejubilación obligada, tiene que aceptar que como tiene ya 63 puede y debe prejubilarse, ya que lleva tiempo sin cotizar y percibiendo subsidio y las perspectivas laborales que tiene son casi nulas en el mercado laboral. Y como por ley desde el 1 de Julio de 2014 se puede uno prejubila con 63, hemos apañado bien la situación.

Ahora bien, al ser prejubilado significa que va a cobrar menos y que se supone que “no puede trabajar”, que es donde entra el concepto de Erwerbsfähigkeit. Segunda lección de derecho laboral alemán. Esa palabra significa que la persona puede y tiene capacidad de trabajar, ya sea como asalariado o como autónomo, según competencias y capacidades personales. Si la persona puede trabajar más de 6 horas y hasta 8, se dice que es “erwerbsfähig” a tiempo completo, o sea, que tiene la capacidad de resistir jornadas laborales a tiempo completo, de 31 a 40 horas semanales. Si puede trabajar sólo entre 6 y 3 horas diarias, su Erwerbsfähigkeit es a media jornada o tiempo parcial, pero si sólo puede trabajar menos de 3 horas diarias en el mercado laboral ordinario, pero sí en talleres ocupacionales para personas con discapacidad, se dice que la persona no es “erwerbsfähig” y la legislación de estos casos entra en el Libro Decimosegundo de Derecho Social (SGB XII). Pero en el caso del ciudadano de Duisburg, ¿podía realmente trabajar? ¿Se ha valorado el caso adecuadamente? ¿La persona estaba activa buscando empleo y presentaba su trabajo en cada cita con el asesor? Para evitar esas preguntas hay que escribirlo todo y no sólo eso, sino saber orientar adecuadamente a las personas desempleadas, ya que es muy fácil desanimarse y perder la motivación.

Otro concepto que entra es la Zumutbarkeit, la “razonabilidad”, que en el caso de personas con una edad y un supuesto historial médico, hay empleos que no pueden desempeñar porque sus condiciones psicofísicas no lo permiten, o que por situación familiar (por ejemplo, tres hijos al cargo o cuidado de familiares en situación de dependencia) no puede aceptar ciertas condiciones laborales como trabajo a turnos, trabajo nocturno, disponibilidad permanente, etc. Depende de cómo sea el listón de Zumutbarkeit del asesor, habrá más o menos conflicto cuando el desempleado rechace ciertas ofertas de empleo, ya que es un criterio bastante subjetivo. Y a veces es zumutbar el que se prejubile forzosamente a una persona con este perfil del caso que se trata.

¿Qué supone que a uno le obliguen a prejubilarse? Que percibe menos dinero. Está claro. Si se jubila con 65 la renta mínima es de aproximadamente 924 euros, que según cada Bundesland (estado federal) puede variar. Pero si se prejubila con 63 tiene una deducción de aproximadamente 77 euros, ya que por cada mes natural anterior a la jubilación se deduce un 0,3%. Sin embargo hay excepciones según casos difíciles en que tienen derecho a que no se le deduzca y, si entra dentro de las condiciones de “Ermessen”, que se le cubran otras prestaciones sociales recogidas en el Libro XII.

¿Qué supone a largo plazo prejubilar forzosamente a los desempleados de larga duración mayores de 63 años? Primero, que el estado se ahorra costes porque tiene que pagar menos entre esa edad y los 67, que es la edad oficial de jubilación. Y segundo, que esos desempleados prejubilados no contarían para las estadísticas de desempleo, por tanto “bajaría el paro” gracias a los cambios demográficos. Y la Agentur für Arbeit se colocaría la medalla en la pechera como un general prusiano cualquiera y diría “oye qué buenos somos”. Claro, derivando a todos los de ese grupo de edad a la jubilación y tomar una actitud servil ante empresas que no quieren contratar mayores de 60 o incluso mayores de 55.

Así que mientras unos quieren prejubilarse porque por sus enfermedades crónicas no pueden trabajar en el mercado laboral ordinario, habiendo probado en diferentes proyectos de reinserción laboral, otros son forzados a hacerlo porque no se van a integrar “tan mayores que son ya y tanto tiempo que llevan fuera del mercado laboral”. Yo me pregunto ante estos casos si ha habido praxis deficiente por parte de las instituciones, por complejo que sea la reorientación laboral de desempleados de larga duración, perceptores eternos de subsidio, con el cual pueden vivir austera pero cómodamente mientras no le deduzcan de su cuenta por no estar activo en la búsqueda de empleo.

Que esto sirva de reflexión. Un saludo a todos! 



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