viernes, 30 de enero de 2009

"Ponte en su piel" - Campaña contra el maltrato

Buenas noches, hoy toca tratar aunque por encima un tema difícil: el maltrato a los mayores. Quisiera investigar y aprender qué es realmente maltrato, ampliándolo a cuestiones más sutiles que el maltrato físico activo: no darles la medicación, vestirles de cualquier manera, faltarles al respeto...

Por ello, el portal Infoelder ha creado una campaña llamada "Ponte en su piel", y desde aquí yo también me uno como profesional del ámbito de las personas mayores. Porque hay que tratar a los mayores como lo que son, como auténticos "Pozos de Sabiduría".

NO al maltrato a los mayores - Ponte En Su Piel - ponteensupiel.infoelder.com

lunes, 26 de enero de 2009

Otro cuento para los residentes (3): El escondite perfecto.

EL ESCONDITE PERFECTO.

En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los humanos, pero, ¿qué les quitamos?".

Después de mucho pensar uno dijo: "¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderlapara que no la puedan encontrar". Propuso el primero:"Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo".... a lo que inmediatamente repuso otro: "no, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si laencuentra uno, ya todos sabrán donde está".

Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar“ y otro contestó: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará". Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron:"No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la quepueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad". El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren". Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo:"¿Dónde?".

El demonio respondió: . . . ." La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán". Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así:

“EL HUMANO SE PASA LA VIDA BUSCANDO LA FELICIDAD SIN SABER QUE LA TRAE CONSIGO"

Besos a todos!!

sábado, 24 de enero de 2009

Momentos típicos de los nuevos ingresos (2)

Y ahora, el tema de las familias en el ingreso.

1.- Los que dicen que esta muy bien, y el residente resulta que está muy deteriorado.

2.- Los que dicen que está fatal, y resulta que está bien, aunque con achaques.

3.- Los familiares que preguntan todo, todo y todo.

4.- Los que se piensan que a su padre/madre no les darán de comer y les traen toda clase de alimentos.

5.- Los hijos peleados por mantener o no el vicio del residente: unos le traen tabaco y otros se lo quitan.

6.- Los que en la entrevista no dejan hablar al residente y contestan por él.

7.- Los que, en la situación anterior, se rebelan contra su hijo y le dicen "déjame hablar". Nos recuerda a cierto momento histórico de pedida de mano en la Casa Real Española.

8.- Los que discuten... qué mal rollo.

9.- Y los que llaman 100 veces al día.

10.- Se me olvida lo peor de todo: los que una vez vienen y jamás se vuelve a saber de ellos. Esto sí que es doloroso y no lo debemos permitir.

11.- Pero, dando una puerta a la esperanza, podemos hablar de los residentes que el primer día en el ingreso, esperando al médico hacen un nuevo amigo para los últimos años de su vida.

Momentos típicos de los nuevos ingresos (1)

Se dice, se rumorea, se comenta, que iban a venir nuevos ingresos a mi Resi, pero que al final lo han desestimado. Ayyy, con lo bonito que es el paisaje visto desde la habitación, con lo bello que es el edificio que con los ojos bien guiñados parece el castillo de Neuschwanstein (en Baviera, Alemania), o con los comercios que hay en el pueblo... En fin, ellos sabrán.

Quiero contar hoy situaciones divertidas que suelen vivirse en los ingresos de nuevos residentes, que seguro que muchos habrán vivido alguna.

1.- Falta documentación. Muy habitual, que el anciano fuera quien controlase sus documentos, hasta hace dos meses que empezó con un deterioro cognitivo súbito e insidioso y que, como estaban tan bien guardados, ni él se acuerda ni la familia sabe dónde encontrarlo. Conclusión: hacérselos de nuevo, total como tiene que re-empadronarse...

2.- Viene toda la familia excepto el "interesado". Más que habitual cuando el ingreso viene directamente desde el hospital. Una vez el ingreso se programó para las 11, cuando vino la familia y que el residente vendría media hora más tarde. No fue así: esperamos pacientemente, sacaron todos los enseres, los colocaron, la familia firmó todos los documentos, nos hablaron largo y tendido sobre la residente, nos contaron anécdotas de su vida, nos fuimos todo el Equipo a almorzar, la familia también almorzó, y cuando todos retomamos la tarea, apareció una encantadora anciana que tenía una cara de aburrimiento... Tuvo que esperar horas al alta hospitalaria, más el tiempo de espera de la ambulancia, más... llegar hasta la Resi...

3.- Relacionado con el punto anterior: la ambulancia se pierde por el camino. En este caso la mujer estaba bien cognitivamente, aunque convaleciente, con lo que pudo aguantar y esperar pacientemente a llegar. Si fuera una persona con demencia ya la habría "liado parda" en la ambulancia. Además, es una excusa poco creíble, salvo que el conductor fuese de Londres y se pensase que las carreteras estaban "al laocontrario", ya que existen los navegadores GPS, o dicho en forma vulgar e infantil, los "tomtones".

4.- Cuando no quiere salir del coche. Esto merece subapartados.

4.1.- Cuando sabe dónde va, pero no quiere bajarse. Hubo una mujer que ingresaba que venía derivada por el Samur Social, con historia de patología psiquiátrica, vivienda inadecuada, no mantenía la higiene, o sea, abuela solitaria y huraña con síndrome de Diógenes. Uno por uno todos los técnicos pasamos por la ambulancia para convencerle que se bajase y que viniese con nosotros. No surgió la magia, y se volvió para... yo qué sé dónde.

4.2.- La familia nos la trae sin avisar. Hubo una residente que en principio iba con su familia de vacaciones a la playa, pero en la mitad del camino ella empezó a agredir con el bastón a todos los ocupantes del vehículo. ASí que vio la Residencia y ahí nos la dejó. Y tampoco quería salir del coche, pero sí que salió, aunque con "pincho de calmante" y llevada en volandas por las dos auxiliares más fornidas y robustas de todo el centro. Y, sorprendentemente, se adaptó a los pocos días: tenía mal carácter pero luego era muy amable con todos; la que aún no se ha adaptado es la familia, que tiene un gran sentimiento de culpa.

5.- Viene con lo puesto. Muchos ingresos sociales tienen falta de ropa y enseres, y hay que movilizar a su tutor legal para que se los proporcione.

6.- Los baúles de la Piquer. O que vienen con una casa entera... suelen ser personas que llevan mucho tiempo en otra residencia y que se trasladan con todo, incluso muebles. Lo complicado es decir que se los lleven, porque a veces no caben en las habitaciones.

7.- Equipajes peligrosos. Una vez tuve que presenciar un ingreso judicial por desahucio de un anciano que tenía: hacha, máquina de escribir Underwood (de las antiguas) y un bate de béisbol.

Este post se hace muy largo. Ahora las familias van en otro post diferente, que merece un aparte.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Qué opinan mis "pozos" sobre Obama?

Es todo un acontecimiento la toma de posesión de Barack H. Obama. Ayer en la Residencia hice turno de tarde, y había varios que querían seguirlo por la televisión. Pero como me tocaba el grupo de "Cultura General", aproveché la ocasión para que entre todos hablásemos de Estados Unidos.

Empecé preguntando qué sabían de Estados Unidos, y me contaron que era un país muy "poderoso" y de gran extensión, que tiene mucha participación en la política internacional y que las novedades vienen de allí (según cuáles). También que lo componen bastantes estados que funcionan de manera "independiente para las leyes, que en unos eran más permisivos y en otros te castigaban por nada". Dijeron que no es una monarquía, sino una república, y que su fiesta es "hacia el verano". Ahí puntualizó una residente que concretamente el 4 de Julio.

Después, había que decir cosas que habían llegado de EEUU, y poco se les ocurría hasta que saqué un bote de refresco y en seguida lo identificaron como de allí. Que allí comían hamburguesas, que de allí vino el chicle, y que les encantaba a los estadounidenses "celebrarlo todo con barbacoas". No está mal, conservan mucha información sobre EEUU.

Y en cuanto a la cultura de allí, identificaron claramente el cine de Hollywood, nombraron actores famosos (Liz Taylor, Marilyn Monroe, Humphrey Bogart, o Glenn Ford, alias "el que le dio la bofetada a Gilda"), músicos, como Elvis Presley o Glenn Miller, o escritores como Hemingway.

Cuando le tocó el turno a los presidentes, muchos pusieron caras raras: Bush (papá e hijo) y Reagan eran los que menos les gustaban, pero Kennedy y Clinton les parecían más amables. Destacó uno de los residentes que Ronald Reagan fue actor de joven. Y sobre Obama... ¿Cuál era su opinión?

Algunos les parece el nombre como demasiado fácil de pronunciar, y tampoco les choca que sea el primer presidente afroamericano (hubo que explicar que ese "palabro" significa "de raza negra"), pero hubo que aclarar que para su mentalidad y cultura la raza era muy importante, y que según sus clasificaciones nosotros los que estábamos en la clase éramos todos "caucásicos". Más confusión y más asombro, porque asociaron esa palabra a procedencia eslava; uno puntualizó que somos más bien "mediterráneos", que no somos del Cáucaso.

A muchos les gusta Obama, por lo poco que han visto de él; otros no le conocen, así que me tocará poner en mi sala una foto suya y una breve biografía de él, y también de otros personajes de actualidad. Pero confían en que sea mejor que Bush, que a ninguno les gustaba.

Y como seguíamos con la resaca de los fastos tras la toma de posesión, hoy tocaba con el grupo de Severos trabajar con música típica norteamericana, con las marchas de Sousa: "la campana de la libertad", "el washington post", o "estrellas y barras". La cara de susto que me habrán puesto algún compañero amante de lo más lolailo...

A ver si nos queda claro: romperé los prejuicios xenófobos entre muchos de mis compañeros con la música de otros países, ya que con la gastronomía por el momento no es posible.

lunes, 19 de enero de 2009

Y ahora, recordando a otro rey: Carlos III

Tenemos otra historia de reyes; si el lunes pasado fue María Luisa de Parma, ahora es el turno de su suegro. Hoy quiero recordar como madrileña que soy al que fue llamado rey-alcalde por las reformas que impulsó en la Villa y Corte: Carlos III. Cuando llegó a Madrid procedente de Italia, se encontró con una ciudad sucia, desorganizada, que parecía una pocilga; entre sus principales reformas fue instaurar un servicio de limpiezas, construcción de alcantarillado y todo que fuera a aumentar la nula salubridad de Madrid.



Entonces, en una de estas reformas comentó "Mis vasallos son como los niños: lloran cuando se les lava...". Así son nuestros residentes, muchos de ellos: no quieren ducharse por las mañanas, y nos ponen excusas muy poco creíbles:

- "va a venir mi hija y me va a regañar por estar con el pelo lavado".

- "si me he lavado esta mañana" (muchas veces no es cierto).
- "no me apetece, me duele la cabeza".
- "no, que me aprietas las venas y me haces daño".
- "ahora no, mejor mañana, que estoy aquí muy calentita".
- "no, porque no me ha dejado dormir la compañera y estoy agotada".
O que cuando se les lava amenazan con llamar a la Policía o Guardia Civil por haberles molestado, o que van a venir sus hijos a reprender nuestro mal comportamiento.
Ya lo dijo Carlos III: como niños, que huyen del agua.

domingo, 18 de enero de 2009

Han regresado los Guns'n'Roses!!!

Sí, aunque eso sea cierto, que los Guns'n'Roses aprovechan que vuelven a la música, parece que regresaron también a mi residencia. ¿Cómo? Lo que se ve!!

Una residente, la que dice que le habla la tele, tiene una escultura muy antigua de un Niño Jesús en su cuarto, y cada vez que entra la de limpieza le dice que "cuidado con mi Jesusito que es de cuando hice la Comunión", pero como unas 20 veces. La figura tiene un dedo de la mano roto, pero se conserva perfectamente, hasta hace dos meses.

Esos dos meses atrás, la señora se alteró una noche, diciendo que venían espectros a atacarle, que tenía que defenderse, y en esto de la defensa de su honor destrozó su Niño Jesús. Hecho añicos, con todo el cariño que le tenía!! Y que debía ser una pieza muy valiosa, aunque solo fuera por el valor sentimental.

Y en ese destrozo de cuarto, parecía que habían pasado por allí los Guns'n'Roses en sus buenos tiempos cuando destrozaban habitaciones de hotel. Además, esta mujer tiene una voz disfónica a lo Axl Rose, casualmente...

La caja ¿tonta?

Muy buenas noches,

estoy tan cansada tras un fin de semana en que no hice otra cosa que mi trabajo de Prevención de Riesgos Laborales, que a veces parece que digo cosas raras. Y me refiero al título del post.

No es que la televisión, el aparato, se ponga a hablar como si fuera un dibujo animado, sino que hay mayores que confiesan hablar con la tele, que las personas que salen les hablan. Esto es parte de los delirios típicos en las demencias.

Tenemos una residente que mantiene conversaciones unidireccionales con los personajes que salen en televisión, y bastante sustanciosas. Pero también, si en ese momento entran a ponerle el camisón para acostarle dice que por favor, tapen la tele no sea que le vean sus vergüenzas.

A quien se lo diga...

lunes, 12 de enero de 2009

Sin dientes, homenaje a María Luisa de Parma

Últimamente, entre los riesgos de atragantamiento, los descuidos (uyss no me gusta nada!!) y la agitación de los residentes, hay muchos de ellos sin dentadura. Sobre todo, los que tienen más deterioro que se la quitan en cualquier sitio y el aspecto que les da tener las mandíbulas descubiertas perjudica claramente su imagen personal.





Es como si tuviéramos unas cuantas como María Luisa de Parma. ¿Quién era? La esposa de Carlos IV y madre del futuro rey Fernando VII, italiana de origen, que tenía una gran belleza cuando era joven, aunque no tenía buen carácter. Pero con los partos y la deficiente atención a la salud de la época, sufrió la pérdida de toda la dentadura bastante joven. Se hizo prótesis dentales de marfil que eran una maravilla, pero de nada le servían cuando tenía que ser retratada. Su pintor de cámara era D. Francisco de Goya, que como no le caía bien la reina, al pintar su rostro no lo embellecía ni disimulaba los defectos, como cuando hoy pasa las fotos por Photoshop, sino que lo pintaba tal cual era: una boca desdentada.

Por ello, hoy hicimos un guiño a una de las reinas que ha habido en este país, a quien me recuerdan todas las abuelitas encantadoras que están sin dentadura: como iba María Luisa de Parma.

Una tarea para reflexionar: ¿tenemos limitaciones?

Recién llegada de un taller de Reminiscencia, seguí recordando hechos, y entre ellos una actividad de esas que quedan tan bien que sólo faltaba enmarcarla. Fue hace más de dos años, cuando trabajaba en otro centro en el que había residentes muy autónomos y que empezaban a darse cuenta de sus limitaciones, que eran vividas como auténtica tortura y tenían un importante sentimiento de inutilidad.

Se me ocurrió pensar que nunca somos 100% libres, sino que hay otro tipo de limitaciones que no son las físicas a lo largo de nuestra vida, y que según evolucionamos van cambiando. Eso quería hacerles ver, y les propuse reflexionar sobre su trayectoria vital y la de la gente de su generación.

El punto de partida fue que tenían que reconocer que de pequeños también estaban limitados, y que no sólo hoy de mayores nos limita el tema de la salud. Y que todos individualmente tenemos puntos fuertes y puntos débiles.

Las residentes reflexionaron sobre su infancia, entre los 8 y los 12 años, en que las condiciones de vida sociales y económicas eran mucho más duras que hoy en día, y si además se tenía alguna enfermedad, se ampliaban y se multiplicaban. Muchas no iban a la escuela, la habían abandonado o tenían que trabajar; otras estaban internas en colegios o vivían separadas de su familia. Además, en su generación tenían unas normas muy rígidas y un exceso de religiosidad, todo era pecado, y a los niños no les explicaban lo que sucedía, porque eso eran “cosas de mayores en las que no se pueden meter los niños”.

Reconociendo esas limitaciones, se les pidió que dijeran cómo resolvían esas limitaciones cuando no hay solución aparente, es decir, cuando no se puede cambiar la situación y hay que cambiar el modo de vivirla.


· No ir al colegio para ponerse a trabajar: una de ellas agradeció que su madre le metiera tan pequeña en un taller de sastrería, porque con el tiempo aprendió lo que fue su profesión, que luego llegó a desempeñarla en el taller de un importante modisto.

· La que fue al internado no veía apenas a su familia, pero reconoció que dejaba volar mucho su imaginación, hasta el punto de inventarse historias y narraciones que luego contaba a sus compañeras, o también de escribir poemas.

· Otra residente comentó que tanta norma y tanta rigidez le hacían estar como en una burbuja, toda despreocupada porque estaba prohibido preguntar. Y que como era una niña y no tenía voz ni voto, en cuanto podía se ponía a jugar e ignoraba lo que había a su alrededor.

· Otro residente vivía como un suplicio el exceso de religiosidad, hasta el punto que desarrolló un excelente sentido del humor: se dedicaba en la misa a reírse de lo mucho que le brillaba la calva al cura, o de las plumas de los sombreros que llevaban a misa las señoronas potentadas de su barrio. Otra era especialista en contar historias truculentas al sacerdote en la confesión, y que se pasaba el día haciendo penitencia.

· A todos les vino encima la Guerra Civil, y aprendieron a no pensar, a luchar por su supervivencia y a resisistir situaciones dolorosas, a sacar fuerzas de donde no las hay. A esto los psicólogos lo llamamos Resiliencia.

· Como muchas no comprendían lo que sucedía, nadie les explicaba, decidieron por sí solas aprender de la vida; otras reconocían que alguien tendría que haberles informado para evitar sorpresas.

· Y que la falta de recursos agudiza la creatividad y el ingenio: no había dinero para juguetes y se los fabricaban.

Al final comprendieron que no teniendo limitaciones de salud, sus limitaciones se centraban más en aspectos de tipo social, aunque ahora tengan de ambas, por los achaques y por los que se sienten abandonados por vivir en una institución.

Eso sí, antes cuando se hacía alguna trastada los castigos eran muy duros, y los padres eran muy severos. Mi abuela materna (qepd) que era modista de profesión, tuvo la vocación desde pequeña, que cualquier trozo de tela que encontrase (pañuelos y servilletas incluidas) le servían de material para vestir a sus muñecas haciendo los cortes oportunos o para practicar el bordado. Le cayeron unas cuantas broncas por cortar más de un pañuelo y por bordar en alguna prenda de vestir.

Hoy, simplemente diríamos, "angelito...", antes caía una buena.

De vuelta y me tocó la lotería!!!

Tanto tiempo sin pasar por mi blog... que tengo alguna que otra novedad. Con el cambio de año mis pozos siguen igual, con sus cosas, sus achaques, sus historias... y todavía queda mucha vida de la residencia que contar. Hoy escribo desde mi despacho de la Universidad, parece como si llevase doble vida a lo Hannah Montana, aunque nunca sé cuándo soy Hannah o soy Miley!!

Tengo una sorprendente revelación: ME HA TOCADO LA LOTERÍA.

Ya terminado 2008 y empezando 2009, quiero comentar que por primera vez en mi vida me ha tocado una pedrea de la lotería de Navidad. Esta vez era compartida con la médico del Centro, que es amiga mía personal, que sacamos un décimo a medias y... sí, ha tocado. Estoy realmente contenta, porque yo siempre he pensado que era gafe del todo para los juegos de azar. Ahora cambiaré de planteamiento, ya no soy gafe, sino que tengo mucha suerte!!

A esto hablando de lotería, el año pasado se me ocurrió decirle a Alejandra (de la que narré un episodio surrealista que tuvo en la Enfermería con un dolor abdominal) que a mí rara vez me tocaba la lotería, que me gastaba el dinero en los décimos y nada de nada. Entonces, como si de un musical clásico o de una película de Bollywood se tratase, se me puso a cantar una canción, a modo de consejo:

“Si quiere que te toque la lotería,
echa con el lotero la siesta un día.
Pues yo con el lotero la siesta he echado,
Pero la lotería no me ha tocado”.

Me pareció una canción tan graciosa que cada vez que la recordaba me mondaba de la risa, y como sigo siendo algo infantil, se la canté a más de uno. Ya se me pasó aquella risa floja por la canción, pero aún me sigue haciendo gracia.

Pues bien, a nosotras dos nos tocó la lotería, pero esta vez sin tener que echar la siesta con el lotero, sino con la suerte del azar.

Pero al Niño no jugué, grrrr...