Hablando de Santos, todos sabemos lo que es un sambenito, ¿no? Es una prenda que llevaban los reos como exposición de lo que habían hecho. Pero también esa expresión de "llevar un sambenito" significa tener fama de algo.
En este caso, a la sita Psico le colocaron en su antigua Resi el sambenito de "la fiestera": mejor ser fiestera que pendón, borde, amargada, etc. Por lo menos los fiesteros estamos divertidos y felices. Todos los lunes, las señoras del grupo de Psicoestimulación de leves tenían la costumbre de preguntar qué había hecho el fin de semana porque siempre había historias interesantes que contar, desde visitas a familiares hasta mostrar una coreografía de Bollywood (es verídico).
Cuando llegó el día 2 de enero de 2009, que todas saben que los jóvenes salimos de marcha en Nochevieja, se produjo este diálogo.
Pozo 1: ¿Oye, Elena, a qué hora llegaste a casa en Año Nuevo?
Elena: A la Una.
Pozo 1: ¡Hala! ¡Qué aburrida!
Elena: No, a la una, pero del mediodía.
Pozo 1: Ah bueno, ya me parecía a mí extraño.
(y ellas sabían que a mí me gusta mucho el Concierto de Año Nuevo y que disfruto cuando tocan la Marcha Radetzky y la gente sigue el ritmo dando palmas)
Pozo 2: Ah pero, seguro que te perdiste el Concierto de Año Nuevo, ¿no?
Elena: casi todo, pero llegué a ver el final.
Pozo 2: ¿A cuando todos dan palmas?
Elena: sí, a la Marcha Radetzky.
Hablando de conciertos de Año Nuevo, acabo de llegar de mi viaje a Viena. Así enlazo con el sambenito que tengo en la Resi Nueva: la viajera. Tampoco está mal, porque es cierto, me encanta viajar y a la que puedo, me voy a algún rincón europeo.
Carolina, que es un gran fichaje del blog porque todos los días dice o hace algo digno de mención, ha sido la gran artífice. Me ha visto varias veces entrando y saliendo de la Resi con la maleta y como siempre que me ve su hija me pregunta a dónde voy en el próximo viaje y cuál ha sido el último, Carolina toma nota. Reproduzco un diálogo suyo habitual:
Carolina: Pero ¿tú no estabas en Londres?
Elena: No, Carolina, me fui a Milán.
Carolina: Ah, pensaba que no venías porque estabas viajando. Vaya vida te pegas, guapetona!
Elena: no me puedo quejar.
Carolina: y ¿dónde vas la próxima vez?
Elena: no sé, creo que a Viena.
Carolina: te vas a congelar de frío, ya puedes llevarte bufanda y gorro.
Elena: espero no venir con un costipado.
Carolina: pues si no vienes con costipado, te traes un novio de allí (esto es un hachazo en toda regla).
(pausa larga, en la que me despido mientras voy a ver a otros residentes)
Carolina: ¿pero hoy te marchas de viaje o no?
Elena: hoy no, ojalá, pero esta semana no toca.
Carolina: como siempre te veo con maleta... que no te ven el pelo en casa!!
Elena: no, este fin de semana estoy en Madrid.
Carolina: sí, pero el siguiente seguro que te marchas por las Europas.
(y ahora es cuando me tapo con la carpeta porque no puedo contener la risa).
No está mal tener fama de viajera, porque da impresión de que me ven como una persona activa, abierta a otras costumbres, curiosa, inquieta... Lo de traerme un novio, ya es más difícil, aunque ... who knows!!
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