Hoy vamos a hablar de un momento complejo para quienes trabajan en residencias, momento que da más miedo a veces que ir al hospital abandonado de Beelitz a cazar fantasmas: las inspecciones. Es cierto, ayudan a tener calidad en la prestación de servicios, pero hay inspectores que cuando ven algo raro empiezan a sancionar y a crear confusión. Como las
residencias dependen de la cuenta de la dependencia o Pflegekasse y tienen que
ver con el seguro médico, o Krankenkasse se establece un servicio médico para
la valoración y prueba de los servicios que se prestan en una residencia de
mayores, sea cual sea su modalidad. Pflegeheim es la residencia para
mayoritariamente asistidos y la Seniorenheim o Seniorenresidenz para los que
entran no asistidos, aunque no entran válidos del todo.
Si los mayores
realizan o no las AVD (Actividades de la Vida Diaria) de forma independiente,
se valora no en capacidad sino en el tiempo que necesitan. Si el tiempo es
elevado se contabiliza con que una persona tiene que ayudarle o realizar por él
esa función. A mayor tiempo requerido para las AVD, mayor requerimiento de
asistencia, mayor grado de dependencia y mayor necesidad de un tercero para
esas tareas. Los grados de dependencia son tres, como en España, más una
variación del tercero llamada “casos extremos” o “harte Fälle” para casos de
gran dependencia. Cuanta más dependencia tenga un residente, más dinero recibe
de la cuenta de dependencia o Pflegekasse y del precio de la residencia tiene
que pagar lo restante. Todo incluido y clarísimamente explicado en el libro XI
de derecho social, el dedicado a las personas en situación de dependencia. En
enero de 2015 han aumentado la prestación económica así como las ayudas a las
familias y el abanico de modalidades para prestar apoyos, lo que se conoce como
“la ley de fortalecimiento y mejoras de los cuidados” o
“Pflegestärkungsgesetz”.
"el Pflegestärkunsgesetz principal provee el mayor incremento económico de la atención a la dependencia desde la introducción de las primeras leyes de aseguramiento de la atención a la dependencia" (#Elenatraducedeformacreativa)
Como todas las
residencias reciben esa cantidad por los casos de dependencia están de algún
modo supervisadas, inspeccionadas y “probadas”. Digo probadas porque a los alemanes
les encanta el término “Prüfung” (prueba), el verbo “prüfen” (probar) y si
quieres que te tomen en serio cualquier cosa que haya sido constatada tienes
que poner siempre el participio-adjetivo “geprüft” y declinarlo en masculino,
neutro o femenino si hay que ponerlo como un título. Cuando tenga mi título
alemán de directora de residencias de mayores tendré que ponerme “geprüfte
Heimleiterin” según el ordenamiento bla bla bla. Que si no, ni te lo miran. Para
la “Prüfung” de la residencia está la MDK, que es el servicio médico que se
encarga de valorar los estándares y poner una nota: 1,0 es una residencia
maravillosa y perfecta mientras que 4,0 es un horror y más vale que saques de
ahí a tu padre/madre/tía/cónyuge.
Este servicio domiciliario es bueno
Esta resi es menos buena porque la atención es lo peor valorado
La imagen pública y
social de la residencia depende de cuántos “unos” tiene en sus valoraciones,
que se estima por el número de quejas, la solución de esas reclamaciones, por
lo bien que están prestados los servicios… Halt! („alto!“ en alemán). Eso se mide
por todo lo que escriben las auxiliares-enfermeras en sus notas, hecho que a
veces se falsea para que esa Prüfung no te empiece a restar puntos y quede la
residencia … a la altura del betún.
Lo interesante del
caso es que se han quejado de que esta valoración no funciona y no es
interesante porque pintaba desde el principio ser muy bonito para ser verdad y
no es un sistema transparente, sino con el que se puede engañar: “por el mar
corren las liebres y por el monte las sardinas, tralará”.
Esta valoración de
las residencias está en la web y se usa como ayuda a la publicidad para captar
nuevos clientes o residentes: así se ve qué puntos fuertes y débiles tiene la
residencia. Atención es un 1, la comida un 2, los espacios verdes un 3… Si se
está buscando plaza para un mayor quejica con las comidas, que se siente
encerrado, quiere pasear y con riesgo de fuga esa parece la menos indicada.
Como no hay transparencia ni se emite la información verdadera, o no se
transmite para su informe final, no se informa de si hay residentes con
escaras, deshidratación, desnutrición… cosas que son habituales y que no
necesariamente se deben en un 100% a falta de atención. Porque ya puedes darle
a Herr Müller filetes en túrmix a diario, que su escara tarda siglos en
cicatrizar, se le cura cada dos días, es además diabético, no asimila bien las
proteínas, no se mueve, pero se le hacen todos los cambios posturales… el
típico caso difícil de enfermería. Pues parece que según resultados las resis
funcionan de maravilla, los residentes están perfectamente bien, pero la realidad
es otra. Así, se orienta más a la publicidad y a la buena imagen que a mostrar
lo bien que se están prestando los cuidados. Por tanto, las familias no suelen
creerse esas notas y a más de un director o coordinador se le queda cara de
“pues vale” con las notas tan infladas.
De lujo o con las notas infladas?
Ahora se han puesto
los sabios a intentar cambiar el sistema de 2009 e introducir uno nuevo en 2018
que informe de forma más transparente. Un sistema que cuente también con la
opinión de residentes y familiares, ya que sólo cuentan los datos emitidos por
el personal: o sea, a salvar mi pellejo, a mantener mi puesto y a que a mi jefe
no le cuelguen del palo más alto. Todo para que no se rijan sólo por la nota,
que ni que fuera esto la Selectividad (en alemán el “Abitur”). Para tener
uniformidad de criterio quieren construir un instituto de calidad de la
asistencia, como si los expertos de la MDK fueran tontos y no supieran.
Sin embargo los
inspectores que hacen esas Prüfungen defienden su sistema. Cierto es, que ya
que han aprendido algo nuevo no les apetece aprender otro ahora que lo dominan.
La resistencia al cambio típica del sector residencial, también en España, más
la cuadratura alemana. Porque alegan que esta nueva inspección ha mejorado
“indudablemente”, según dice su representante, la calidad de las residencias:
sí, la calidad de la escritura y de los cientos de impresos que tienen que
rellenar las enfermeras-auxiliares, que escriben más que atienden y con razón
no alcanzan a realizar sus tareas. Lo embellece el representante diciendo que
hay más espacios para residentes con demencia y hay menos sujeciones. La
creación de espacios para demencia o unidades de Psicogeriatría es casi
obligada dada la necesidad y hay enfermeros-auxiliares con esa especialización.
Y lo de las sujeciones es una corriente eu-ro-pe-a, con mucho desarrollo en
España gracias al programa Desatar al Anciano. Además que en Alemania para
poner una ínfima sujeción hay que hacerlo por procedimiento judicial y teniendo
en cuenta el testamento vital, la familia, un tribunal médico… ¡Por eso no hay
apenas sujeciones! Aquí hay un dato manipulado por omisión de explicación.
El representante de
la MDK dice que esas notas no son como en el colegio, porque en Alemania un 1
es “muy bien”, un sobresaliente casi matrícula de honor, y que en las
residencias el 1 es cuando los estándares mínimos están cubiertos. Vale, o sea,
que los familiares cuando ven los números no los entienden porque no son
sanitarios y piensan en el cole. Que las notas no son tan altas como la gente
se piensa. Por eso las notas son de 1 a 2 en casi todos los centros pero son en
realidad un criterio de mínimos más que de máximos. También las inspecciones
dan nuevas propuestas de mejora y se vigila si se cumplen pasado un tiempo.
Como en la CAM y también bajo amenaza de sanción: “o lo cambias o te colocamos
24.000 euros de sanción por falta grave”. Otra falsedad documental y ganas de
perjudicar a las empresas y a los directores como un punto tenga un 2,1.
Los que según el
criterio “el 1 no es un sobresaliente como en el cole sino lo mínimo que debe
tener una resi” no han aprobado en la Prüfung, no hay reválida ni examen en
Septiembre, sino que cierran la resi sin piedad. Ahí se remiten a una resi de
un barrio de Bonn (Dottendorf), que a pesar de las maravillosas notas había
casos auténticos de negligencia en la atención. Ponen como excusa que en los
últimos meses empeoró notablemente la prestación de servicios. Muchos
especialistas nos preguntamos si la prestación era igual de mala aun sacando “unos
y más unos”. Fue de ahí donde saltó a la prensa en Abril de este año, si la
valoración por la MDK era la más indicada por su falta de transparencia porque
parece más un embellecimiento de la realidad que pretende salvar el pellejo al
director o seguir captando clientes.
Parece ser que se
tomarán en serio el cambiar de sistema, pero si lo hacen que no se olviden de
lo principal: la atención real al residente y la información trasparente a
familia y a Pflegekasse, y darles el valor y la importancia que merecen.
Un saludo desde Berlín :-)
Un saludo desde Berlín :-)
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