viernes, 22 de mayo de 2015

Ya parió la abuela y no es broma

¿Se acuerdan de Annegret Raunigk? ¿De la profesora de Berlín embarazada de cuatrillizos que salió en TV haciendo gala de su irresponsabilidad? El martes pasado a las 11 de la mañana se convirtió en la madre de cuatrillizos más mayor del mundo. En 26 semanas de gestación, normalmente son 40, ha tenido 3 varones y 1 mujer, cuyos pesos oscilan entre los 655 y los 960 gramos, por no hablar de longitudes de 30 a 35 cm. O sea, prematuros, bajo peso y con un riesgo muy alto de complicaciones a todos los niveles, no sólo neurológicas, ya que con 6 meses de gestación no tienen la maduración que tendría un bebé que nace a los 8 meses.

El parto fue por cesárea en un hospital de Berlín del que no se ha revelado el nombre y los bebés pasarán lógicamente tiempo en la incubadora para que sean atendidos y observados en neonatología. El día 15 fue la última revisión médica y no se observaron anomalías en el desarrollo prenatal de los bebés. Ahora veremos cómo pasan las primeras semanas, porque estos niños son considerados “grandes prematuros”, ya que nacen a los 6 meses de gestación y no llegan al kilo de peso.

Ahora Annegret es abuela de 7 nietos y madre de 17 hijos, y vuelve a justificar la inseminación porque su hija pequeña de 9 años le pidió tener un hermanito. ¿Es que no tiene la madre asertividad para decir no? ¿O es una excusa porque siempre es bueno que haya niños, y nunca mejor dicho? En las noticias publicadas recuerdan su historia, que se inseminó en Ucrania, que ha tenido pertinentes pruebas médicas… Pero ni un solo comentario sobre su irresponsabilidad: informo pero no opino, ni siquiera en el periódico sensacionalista BILD. Pero es pronto para rendirse porque en este momento estarán las redacciones creando noticias y algún que otro especial de bioética, fecundación in vitro, edad de las madres… Espero que aunque esta mujer sea una inconsciente, sirva para que las de treinta y tantos no estemos estigmatizadas si hemos decidido no ser madres jóvenes, por los motivos que sean. Es una decisión muy personal y no es agradable recibir juicios gratuitos, sobre todo de mujeres que han parido hijos “sin cabeza” y han tenido que madurar a la fuerza, mientras otras los tendremos (o los han tenido) como una decisión meditada o en el momento adecuado.

Lo que hay que aplaudir es la naturaleza de Annegret, que ha superado un parto múltiple, y que por muchos médicos que cuiden de ella y de sus bebés, si la salud es mala, la supervivencia puede estar afectada. Veremos a ver cómo se desarrollan los niños, porque un peso de menos de medio kilo es muy escaso y es posible que a largo plazo puedan tener problemas como los antiguamente llamados “retardo psicomotor” o también dificultades de aprendizaje o alguna que otra discapacidad. Dicen en el texto que los bebés tienen posibilidades de sobrevivir, sí, pero ¿cuánto apoyo y cuánta atención van a necesitar?

Para no crear expectación desmedida no se ha grabado a Annegret en la clínica ni a los niños, pero informarán del tema los medios. El canal de televisión RTL, el cutrelux, que es el que dio la primicia acompañando a Annegret en su preparación a ser madre de cuatrillizos, hará un seguimiento de la madre y sus bebés, para ver cómo se desarrolla su vida. Ya pensábamos que esos bebés nacerían mucho antes de tiempo.

De momento Annegret no está disponible para entrevistas, acaba de tener un parto de cierto riesgo y tiene que recuperarse. La prensa pide que se le respete y que no intente contactar con ella: como a las madres recientes, que no se les moleste, pero más aún en su caso por la peculiaridad de la situación. Tampoco van a decir en qué clínica está, esperemos que algún personal sanitario no se vaya de la lengua porque sería desagradable tener a la prensa de cotilleo en el hospital, por Annegret, los bebés, su familia y por los demás pacientes y trabajadores del hospital. Y tampoco dirán qué doctores le han atendido, para evitar todo tipo de presiones desde fuera: el parto salió bien y los niños han sobrevivido las primeras horas. A ver qué pasa.

Como dicen por aquí “ich bin mal gespannt”, que se traduciría como “a ver qué es lo que pasa”. Con casos así mantengo bien firme la capacidad de asombro.


¡Buenas noches!

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