sábado, 25 de octubre de 2008

El caballo de batalla de las Residencias (1): La lavandería

Ahora hablaré de esa sección que tantos quebraderos de cabeza da, que es la Lavandería. No es que sea un trabajo difícil por la complejidad, sino que es muy rutinario y monótono. Y como siempre, los empleados de Lavandería trabajan muchas horas por escaso dinero y se les requiere exceso de pulcritud, que en muchos sitios cumplen.

Pero... ¿qué pasa con la ropa perdida? Muy habitual en las residencias que se pierda ropa, sobre todo prendas pequeñas como medias o ropa interior; sin embargo, también hay otras prendas más voluminosas como vestidos que parecen tener vida propia.

¿A qué se deberá tanta ropa perdida? Un día pensando, se me ocurrieron varias causas.

1.- Sobrecarga del personal de la propia lavandería: poca gente, mucho volumen de trabajo, turnos desorganizados... En muchos casos la motivación crea desidia entre la plantilla, realizando las tareas con desgana y sin preocuparse en las consecuencias de los errores.

2.- Sobrecarga del personal que coloca las prendas en los armarios. Muchas veces son las auxiliares las que lo hacen. En ocasiones la ropa viene separada por residente en paquetes, pero muchas veces hay ropa de varios empaquetada en la misma bolsa. Otras veces, aunque venga correctamente empaquetada al colocarla se mete en el armario que no es (error mayor que mezclarla). Se junta esta tarea de colocar con la propia de las auxiliares y se tiene que realizar en tiempo récord para que dé tiempo a otras como cambiar pañales o dar de merendar.

3.- El marcaje que hace la familia. La ropa tiene que estar marcada correctamente. En cada centro hay unas normas distintas: por nombre, por habitación, por número de expediente... Si es un centro en el que suelen rotar los residentes de habitaciones y se les coloca en una planta u otra según su grado de deterioro funcional y cognitivo, no tiene sentido poner el número de habitación, porque es posible que la persona se recupere de algo como una fractura de cadera y vuelva a otra habitación.

Otra cosa que nos encontramos mucho en la Resi es que cada uno marca como quiere. Las empleadas de Lavandería tienen que descifrar esos códigos complejos, como jeroglíficos egipcios de algunas prendas. Muchos mayores las han marcado a mano con un rotulador, y no es fácil escribir sobre tela (yo ya estoy acostumbrada), con lo que las letras salen distorsionadas.

¿Cuál es el marcaje ideal? Nosotros pedimos que sea nombre y apellidos, o inicial y apellidos, dependiendo si son más o menos frecuentes. Ahora imagino yo que tengo 90 años y que mis hijos (o mi sobrino, mismamente) me llevan a una residencia (hecho que tengo asumido, aceptado y contemplado). Mi nombre es frecuente entre la gente de mi generación, mi primer apellido poco frecuente, y mi segundo apellido es típico español y fácil de abreviar. Se me marcarían las prendas con el nombre y el apellido. Ni se me ocurriría ponerme "E.LORENTE", porque si en el mismo centro comparto apellido con un Eduardo o una Esther, por ejemplo, habría confusiones de prendas. O quizá no porque los estilos serían diferentes. Quién sabe si de mayores seguimos vistiendo como lo hacemos de jóvenes...

4.- Los residentes que sustraen prendas a otros. Es muy frecuente que haya residentes que hurguen en armarios ajenos y se marquen de nuevo las prendas. Nosotros tenemos dos así, y que encima las acumulan en una maleta en el altillo del armario. El día que salen de la habitación se ponen las auxiliares de "zafarrancho de combate" a ordenar esos pequeños caos.


Cuando hay prendas extraviadas, se recopilan en una habitación donde la gente que reclama busca para ver si encuentra algo de su familiar, porque muchas veces son ropa a la que se les ha borrado el nombre o se les ha caido la etiqueta. Lo recomendable es que la etiqueta se cosa.

Y como cuestión final, también que las familias provean de ropa a sus mayores, que no escatimen en prendas básicas y que sepan reconocer las prendas extraviadas.

También hay que saber que la ropa se lava en caliente, porque las manchas son bastante complicadas, sobre todo por las incontinencias (y no digo más que se entiende, no?). Yo les digo a las familias que se manchan de puré y de otras cosas que no son puré. Y que también les traigan prendas que no sean ni de seda ni de lana pura, porque una se va a estropear y la otra va a encoger (se van a quedar como las chaquetas para la Barbie).

Esto sigue siendo un caballo de batalla en todas las residencias...

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