La ocasión merecía la pena. El pasado 10 de Octubre uno de mis residentes cumplió 100 años rodeado de todos los profesionales de la Resi. Incluso vinieron antiguos compañeros suyos de profesión, mucho más jóvenes, y uniformados, puesto que este señor era militar.
En el comedor durante el desayuno le dimos nuestra tarjeta de felicitación, firmada por todos, y luego los compañeros suyos trajeron una placa conmemorativa. Fue muy emocionante, porque luego comió con sus hijos y algunos nietos (que me presentaron a dos bien apuestos, como su abuelo), y para el día siguiente sería la celebración con toda la familia, bisnietos incluidos.
Desde aquí mi felicitación para ICC y para todos aquellos centenarios que son los mayores pozos de sabiduría, por edad y experiencia.
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