hoy vengo con un escrito elaborado, con extensión a lo "Quijote" que pretende explicar qué pasa y puede pasar en Alemania a partir del 1 de Julio: la jubilación a los 63.
La ministra de
Trabajo y Asuntos Sociales, Andrea Nahles, quiere imponer una nueva medida a
partir del 1 de julio de 2014: que las personas que hayan trabajado 45 años
puedan jubilarse a los 63 en lugar de a los 67 como estaba planteado. Sin
embargo, siendo una medida muy bien acogida por una parte de la población, no
está exenta de polémica.
Estas son sus claves:
Estas son sus claves:
- Se centra sólo en una edad como límite cumpliendo esa condición de los 45 años de cotización, pero no cuenta con que según la profesión y el colectivo, se pueden o no alcanzar esa cifra a los 63.
- Ahora digo la frase que más he repetido a mis exalumnos de la Escuela de Trabajo Social de la Complutense cuando daba mi asignatura: las personas mayores forman un colectivo muy heterogéneo, es decir, que una misma medida puede favorecer a unos y perjudicar a otros, por lo que hay que tender a medidas flexibles y que consideren los casos concretos.
- Quiere corregir “las desigualdades existentes” generadas por la política de ahorro que retrasaba la jubilación a los 67, pero está generando aún otro tipo de desigualdades: no se podrán jubilar a esa edad los que hayan empezado más tarde a trabajar, que suelen ser los que tienen más preparación y formación, y que alcanzarían los 45 años de cotización a los 70.
- En pro de la igualdad de oportunidades se discrimina “positivamente” a quienes por la condición de su empleo resulta sobrecargante seguir trabajando a partir de una edad mayor de 60 años: las personas con menor formación y trabajo fundamentalmente físico, que en relación a los universitarios o mejor formados han cotizado más años, pero como recibieron menor salario siguen teniendo unas pensiones bajas.
- Así se crearía una brecha entre pensionistas de primera y segunda clase, que puede tender a ser mayor, ya que cada vez más trabajadores han tenido empleos no cualificados, sueldos muy bajos (en Alemania aún no hay salario mínimo interprofesional) y si además han estado frecuentemente desempleados o no han tenido una continuidad, no alcanzan el mínimo de pensión a percibir, que es de 700 euros.
- Problema de las ayudas sociales: muchos mayores no llegan a fin de mes con su pensión y necesitan ayudas sociales (Sozialkasse). Hay que tener en cuenta que con el subsidio por desempleo o Hartz-IV se percibe algo más de dinero que con las pensiones de muchos ciudadanos.
- Exigencias del mercado laboral: muchos trabajadores se retiran anticipadamente porque están agotados o no encuentran trabajo porque las empresas no quieren contratar gente a partir de una cierta edad. Lo más fácil para ellos es retirarse al ser discriminados, no jubilarse, y recibir prestaciones por desempleo, lo que reduce la cantidad de la pensión que puede percibir.
- La actual política de jubilación es injusta según la ministra, ya que los que se jubilasen anticipadamente tendrían una reducción de su pensión. De acuerdo a la ley actual, el que tuviese entre 63 y 67 y entre esas edades se jubilase, o sea antes de tiempo, recorta su pensión según su aportación, que como no ha trabajado esos años, no los cotiza, y acorta lo percibido en un 3,6% anual, siendo tras 4 años un 14%.
- Sin un buen sistema de valoración del rendimiento del trabajador no se puede determinar si puede o no seguir trabajando en su profesión y, honestamente, con 60 años es tarde para de forma obligatoria ponerse a aprender algo nuevo o a seguir un programa de reinserción laboral. A veces la retirada es involuntaria.
- Quién financia las pensiones de los mayores? Los más jóvenes y por extensión la población activa puede sobrecargarse con los costes de prevención de pobreza para no dejar en la indigencia a los mayores.
- Aunque la ministra diga que “el dinero no es importante”, sí que la tiene, dada la avalancha de trabajadores que a partir del 1 de Julio quieran de repente darse de baja, y para lo que se necesita un buen colchón financiero: de 2 a 3 millardos de Euro al año es la reserva requerida para solucionar esta nueva marcha de las pensiones de jubilación, que junto con la jubilación especial para las madres (Mutterrente) y otras medidas como la mayor promoción de medidas de reinserción laboral suman un total de 9 a 11 millardos de euros por año, pudiendo alcanzar la cifra en 2030 de 160 millardos.
- Es posible que si no se ajusta esta medida el fondo estatal destinado a pensiones pueda agotarse en 2019, ya que hay que tener en cuenta el envejecimiento progresivo de la población: cada vez más mayores y cada vez menos jóvenes. La ley actual era una medida de ahorro, pero la futura puede recortar los beneficios para los futuros jubilados o promover la financiación vía impuestos directos. Si para el empleador se incrementan a su vez los tipos de cotización el coste es el de los puestos de trabajo que se puedan destruir. Esto sí que no es justo.
- Esta nueva reforma tiene una importante parte de desigualdad: las mujeres seguirían siendo el grupo con más desventajas y con más riesgo de pobreza y exclusión respecto a los hombres, porque no estaban anteriormente incorporadas al mundo laboral.
Y en el siguiente Post, veremos las reflexiones y las consecuencias de estas nuevas reformas. Calentita está la cosa...
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