martes, 22 de abril de 2014

Un Pozo de Sabiduría que nos deja: Gabriel García Márquez

Buenas tardes.

Nos dejó esta Semana Santa un gran Pozo de Sabiduría. Es ley de vida: unos vienen, unos se van y los Pozos por edad abandonan este plano. No sin antes reconocer toda su trayectoria y lo que nos ha dejado, que es lo que siempre va a perdurar.

Su obra cumbre "Cien años de soledad" presentó el realismo mágico a través de personajes muy peculiares y variopintos dentro de la familia Buendía. Hoy como homenaje recordaremos a uno de esos personajes que tanto se parecen a muchas personas mayores: Amaranta Buendía.

Muchos mayores viven pensando en que tienen que morirse, que desearía que fuera cuanto antes, que así evitarían su sufrimiento, que están "cansados de vivir", y no siempre esas personas están enfermas o tienen depresión, sino que tienen la muerte como meta y como fin a su ansiedad y a su cansancio existencial. El planteamiento es cuanto menos medieval, al igual que la escala de valores de Amaranta Buendía: tiene miedo a sentir y está obsesionada con la muerte. Todo el día vivir pensando en que va a morirse y tejiéndose su mortaja, la hace, la deshace, rechaza el contacto y se aisla socialmente.

He conocido en mis años de carrera muchas "Amarantas Buendía":
- aisladas socialmente, que apenas hablan con otros residentes,
- con poco apetito,
- siempre en la habitación,
- no les gusta la compañía de otros residentes ni del personal,
- con cansancio vital,
- obsesionadas con esperar a que llegue "su Hora",
- no tienen interés en participar en actividades porque creen estar muy mayores y muy enfermas (también tienen componente de "Enfermo Imaginario"),
- y que parece como si estuviesen confeccionando su mortaja porque dicen que en su habitación tienen mucho que hacer y que están ocupadas (cuando en realidad no realizan actividad productiva organizada).

En muchos casos una ideación obsesiva con la muerte, con esperar su llegada, como creer que es la solución a los problemas suele manifestar problemas con el estado de ánimo como la depresión.

Habéis conseguido sacar de la habitación a una "Amaranta Buendía"? Yo no, y soy de las pesadas que por pesada se ha llevado más de un bastonazo.




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