Hola! Que viva San Fermín, aunque ahora estaríamos más por cantar eso de "Pobre de mí, pobre de mí..." El caso es que en la Resi el miércoles pasado tuvimos nuestros particulares sanfermines: sin toros, corredores ancianos, y sin kalimotxo para emborracharse. Pero bueno, algo había que hacer.
Con el grupo de Deterioro Severo, que están todos en sillas de ruedas y mantienen lo que se llama "juego simbólico" se celebraron unos encierros a nuestra manera. ¿Cómo? Una señora hacía de toro: sujetaba dos cuernos de cartulina como embistiendo y tenía que decir "muuuu". Y la que hacía de corredor llevaba un pañuelo rojo al cuello y se rodaba su silla delante de la que hacía de toro. Aparentemente divertido, pero cansado para las que manejábamos las sillas.
Lo más divertido era animar a quien cada una llevábamos: mi compañera llevaba al "toro" y le decía "venga, embiste, dale, dale" y yo que llevaba al corredor le decía "corre que te pilla el toro", y más de una se lo creía y hasta pasaba miedo. Divertidísimo, tanto que más de uno se asomó a la ventana para vernos.
Confirmado: soy una fiestera!! La próxima: la Verbena de la Paloma.
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