lunes, 28 de julio de 2008

De vuelta del puente

Los lunes son muy duros en una residencia, sobre todo tras largos fines de semana y puentes como este (el de Santiago). Yo que estaba tan feliz de la vida en Bruselas zampando chocolate y bebiendo Mort Subite y regreso y me encuentro este panorama:
  • 1 que se da de baja contra todo pronóstico (que se marcha a otro centro).
  • 2 vomitando.
  • 4 con diarrea.
  • 2 con un estreñimiento atroz.
  • 4 insomnes.
  • 3 peleas entre residentes de la zona de Demencias.
  • 2 que se han escapado a la calle.
  • 1 caída.

O sea, que he pasado lo menos media hora leyendo el parte de incidencias y tomando nota de qué hacer como señora Psicóloga que soy.

Lo primerito, actualizar los residentes de los que se dice que tienen riesgo de fuga: el listado tiene que revisarse cada mes, ya que las personas cambian mucho. A saber: unos que tienen riesgo porque deambulan, pero evoluciona su demencia y pasan a la marcha inestable o, peor aún, al inmovilismo. Otros, porque antes se desplazaban por el centro de forma independiente, pero que en breve tiempo han aumentado su deterioro cognitivo y ahora se desorientan y se pierden. Y también otro grupo en que deciden intentar escaparse.

Lo segundo, mis actividades programadas (que ocupan el 80% de mi jornada), y lo tercero, actualizar el resumen de los trastornos de conducta de los residentes del centro, porque tienen un repertorio importante.

Mañana volveré para ver si todo sigue igual y ha habido pocas novedades.

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